Estados Unidos fijó aranceles de un 25% a la importación de acero y del 10% a la de aluminio, de los que en principio quedarán excluidos los vecinos México y Canadá, confirmó ayer el presidente Donald Trump, en medio del temor al estallido de una guerra comercial. Estos metales son “absolutamente vitales” para la infraestructura fundamental y la base de la industria de defensa, señaló el mandatario, que hizo el anuncio en la Casa Blanca rodeado de trabajadores del sector.
Trump, que se basó en una legislación que autoriza acción presidencial contra importaciones que socavan la seguridad nacional, argumentó que el “dumping” de las importaciones baratas está afectando la supervivencia de los fabricantes estadounidenses. “Finalmente estamos actuando para corregir este problema de larga data”, señaló Trump, que desoyó así las advertencias de legisladores de su partido y sus socios comerciales, como la Unión Europea (UE), consigna la agencia DPA.
Los aranceles deberán entrar en vigor en 15 días. México y Canadá, que inicialmente quedarán exceptuados, se encuentran actualmente renegociando el acuerdo de libre comercio Nafta con Estados Unidos. Canadá es el primer proveedor mundial de acero de Estados Unidos y México el cuarto. En tanto, Brasil es el segundo y la semana pasada había advertido que no descartaba “eventuales acciones” contra la medida si se confirmaba. Brasil argumentó que las industrias siderúrgicas de ambos son “complementarias” y no rivales.
La Argentina también sentirá el impacto en sus exportaciones. Sólo Techint exporta 200.000 toneladas anuales de acero a EEUU, por U$S 300 millones, puntualiza el sitio Cronista.com.
Una cláusula permitirá a todos los países negociar mejores condiciones en determinados casos. Para ello, deberán demostrar que a través de “medios alternativos” podrán equiparar los efectos negativos para la seguridad nacional de Estados Unidos que generan sus ventas de acero. La medida cibió múltiples críticas dentro y fuera de EEUU. Este mismo jueves, 107 legisladores del Partido Republicano le enviaron una carta abierta al mandatario en la que expresaron una “profunda preocupación”. Empresarios y políticos temen que un aumento de los precios del acero y el aluminio, así como las medidas en represalia que se adopten en el exterior, provoquen mayores daños a la economía estadounidense que los beneficios que pueden traer los aranceles.
En vista del temor a una guerra comercial, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, incluyó el tema en la agenda de la próxima cumbre de la UE prevista a finales de marzo. “Las guerras comerciales son malas y fáciles de perder”, dijo en Luxemburgo. (DPA)